¿Cuál es la mejor tarifa de carga para tu coche eléctrico?
¿Cuál es la mejor tarifa de carga para tu coche eléctrico?
Las tarifas de un coche eléctrico a la hora de cargar no son tan transparentes como el precio de los combustibles sin plomo y diesel. Entonces, este proceso puede resultar confuso.
Esto se debe en parte a la gran cantidad de proveedores, que incluyen instalaciones patrocinadas por el ayuntamiento, proveedores de energía del sector privado y fabricantes de coches eléctricos. Además, los diferentes sistemas de precios también dificultan la elección de una tarifa de cobro. Así que, si estás buscando un proveedor adecuado, no te limites a mirar un precio base; también deberás tener en cuenta la frecuencia o el tiempo que necesitas para cargar tu coche en una estación de carga pública.
¿Qué tipos de tarifa eléctrica existen en las estaciones de carga?
La lista de precios puede diferir enormemente de un operador a otro. En el mejor de los casos, la carga será gratuita, pues los ayuntamientos y los supermercados están poniendo a disposición de los conductores electricidad gratuita para promover la movilidad eléctrica. Sin embargo, estas estaciones de carga suelen estar ocupadas o solo estar disponibles por períodos limitados (por ejemplo, hasta que la tienda cierra).
¿Quieres saber cómo evitar los precios altos en las estaciones de carga no gratuitas? Lo más importante es saber cómo calcula el proveedor la factura:
- Por unidad de energía. Aquí, al igual que utilizando un coche con motor a combustión, abonas por la cantidad de electricidad que usas. Es decir, el kilovatio por hora (kWh).
- Por tiempo. El precio se basa en el tiempo de uso de la estación de carga. Algunos proveedores también utilizan una combinación de tiempo y kilovatios por hora para fines de facturación.
- Por cargo. Algunos operadores cobran una suma global por cada cargo. De esta manera, siempre cuesta lo mismo independientemente de cuánto tiempo uses la estación o cuántos kilovatios por hora cargues.
Por otro lado, también están las tarifas planas, que funcionan igual que las que hay para los teléfonos móviles. En ellas, los clientes reciben una cierta cantidad por un precio fijo, aunque estas ofertas son cada vez más raras. Otras incluyen una tarifa básica mensual, así como precios variables, aunque también están los gastos únicos, como una tarjeta de crédito.
En la mayoría de los casos, las facturas se basan en los kilovatios por hora cobrados y algunas empresas incluso combinan los diferentes elementos del precio. Por ejemplo, el precio se basa en kilovatios por hora durante las primeras cuatro horas y, posteriormente, por el tiempo que el punto de carga está en uso. Esto tiene por objeto evitar que los coches eléctricos completamente cargados bloqueen la estación de carga.
Sabiendo todo esto, según el modelo de coste, se calculará una tarifa fija al inicio de cada proceso de cobro.